La huerta es un mundo biodiverso, donde solo el tiempo, las pruebas y errores, te podrán llevar a tener un huerto sano y abundante. Para poder intentar conseguirlo, se necesita muchisima paciencia, entrega e ir aprendiendo a respetar los tiempos e interpretar las señales que se van manifestando.
Desde la semilla hasta la cosecha, pasando por las fases lunares… hay un sinfín de pasos, técnicas, datos y metodologías que realizar para obtener un buen resultado.
Esta huerta en particular, con el tiempo ha ido mutando; ya no es simplemente sembrar a campo traviesa, sino una huerta incorporada dentro del diseño del paisaje, donde poco a poco comienza a transformarse en un jardín comestible.





Para comenzar con una huerta hay varias cosas que considerar, dentro de las cuales las más importantes son:
Lugar – Espacio disponible
Semillas y procedencia
Sustrato y abono
Control biológico – Polinizadores
Asociaciones y rotación de cultivos

